Nuestro orgullo no solo existe en junio, pero el mes del orgullo nos ayuda concentrar nuestros esfuerzos y hacer visibles nuestros rostros, nuestras voces, nuestras vivencias, nuestras historias y más.
Este mes queremos celebrar que, después de dos años de encierro, seguimos aquí y que seguimos luchando por nuestros derechos. Queremos celebrar y conmemorar quienes lucharon para que nosotres podamos marchar. Queremos celebrar que nuestra felicidad también es un acto político. Queremos volver a compartir espacios presenciales con nuestra comunidad. Queremos tomar las calles, una vez más, y reclamar nuestros derechos.
No estamos soles, nunca lo estuvimos y nunca lo estaremos. Nuestro orgullo está siempre presente.