La Ley N.º 32331 se presenta como una iniciativa para “fortalecer la indemnidad sexual de niños y adolescentes”, resumida en protegerles de contenidos o prácticas que puedan “afectar su desarrollo sexual”. En teoría, busca blindar a la niñez de riesgos y garantizar entornos seguros.
No obstante, en la práctica ha terminado por vulnerar gravemente a la comunidad trans y no binaria:
En lugar de ofrecer seguridad, la prohibición de acceso a baños según la “biología” impide que estas personas utilicen servicios básicos, las expone a violencia, acoso y humillación, y refuerza discursos que las consideran “anormales” o “peligrosas”. Al mismo tiempo, contradice los esfuerzos de la Normativa Internacional, Derechos Humanos y buenas prácticas de empresas por construir ambientes inclusivos, colocando a muchas organizaciones ante un dilema imposible: elegir entre el cumplimiento normativo y el respeto a la identidad de su propio personal.
Un llamado urgente al sector privado
La exclusión no es opcional ni amigable: impacta directamente en la salud física y mental de las personas trans y no binarias que forman parte de nuestras organizaciones. ¿Qué se puede hacer?
Desde Presente, vigilaremos cada paso en este proceso y forjaremos alianzas con organizaciones de derechos humanos y líderes trans para lograr la derogación o reforma de esta norma discriminatoria. No permitamos que una ley excluyente defina el alcance de nuestros derechos.
Es momento de colocar la dignidad y la igualdad en el centro de la agenda nacional.
#HaztePRESENTE | #DerechosTrans | #NoALaExclusión
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